4. DECIR Y SABER DECIR LA VERDAD.
Tener el valor de decir la verdad y de hacerlo sin herir, lo mismo que recibirla sin herirnos es un aprendizaje necesario para la convivencia.
La verdad debe ser pronunciada constructivamente. No es fácil hacerlo. Estas son unas ideas para lograrlo.
No ser negativistas. No enunciar y buscar sólo defectos sino hacer resaltar también las cualidades; no sólo los errores sino también los aciertos. Hay que aprender no solamente a criticar sino también a elogiar.
Orientar. La crítica tiene por fin mejorar al otro y colaborar con su desarrollo.
-Ser discretos. La crítica debe ser hecha en privado y a quien corresponda. La reprensión y sobre todo el ridículo público, perjudica tanto a quien lo hace como a quien lo recibe.
Ser moderados: En el vocabulario, los gestos, el tono de la voz. Ir al grano. Dosificar la reprensión de acuerdo con la falta.
No hacer críticas definitivas e implacables como “usted no tiene remedio” es lo peor…”
Evitar generalizaciones. Evitar las palabras: nunca, siempre, irresponsable, etc.
-Ser objetivo y justo. Fundamentar
La Verdad
excelente publicación, muchas gracias.
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